El gobierno de Rodrigo Paz ha pedido la salida de Freddy Vidovic, el único ministro propuesto por Edmand Lara, tras confirmarse que cuenta con una sentencia ejecutoriada de tres años de cárcel por los delitos de cohecho y favorecimiento a la evasión, lo que le impide legalmente ejercer un cargo público. La revelación, hecha por el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, no solo desata la primera crisis del nuevo gabinete, sino que golpea directamente al vicepresidente Lara, quien había “puesto las manos al fuego” por su “ahijado” político, agudizando la ya visible confrontación en la cúpula del poder.
“No podrá ejercer cargo público”: la contundente declaración del ministro de Gobierno
En una tensa conferencia de prensa, el ministro Marco Antonio Oviedo confirmó lo que hasta ahora eran rumores de prensa: Freddy Vidovic, el flamante ministro de Justicia, tiene una condena firme que lo inhabilita para la función pública.
“Cuando uno tiene una sentencia ejecutoriada, están conculcados los derechos ciudadanos y, por lo tanto, el señor (Freddy Vidovic) no puede elegir ni ser elegido (…) no podrá ejercer cargo público”, afirmó Oviedo.
La sentencia, emitida el 30 de mayo de 2015, es de tres años de presidio por su vinculación con la escandalosa fuga del empresario peruano Martín Belaunde Lossio. Según Oviedo, Vidovic renunció voluntariamente a la apelación, lo que dejó la sentencia “plenamente ejecutoriada”. El caso, aseguró, ya ha sido puesto en conocimiento del presidente Rodrigo Paz para que “determine las acciones correspondientes”, frase que se interpreta como el preludio de una destitución inminente.
La defensa de Vidovic: de “perseguido político” a sentenciado
Acorralado por la evidencia, Freddy Vidovic emitió un comunicado en el que no niega la sentencia, pero la reinterpreta como el resultado de una “persecución política y tortura” por parte del régimen del MAS.
“Aceptar un juicio abreviado en tales condiciones no es una admisión de culpa, sino una decisión de supervivencia ante un sistema represivo y torturador, del que fui víctima”, manifestó Vidovic, argumentando que fue coaccionado a firmar papeles en blanco.
Sin embargo, esta defensa choca con la realidad jurídica. Una sentencia ejecutoriada, independientemente de las circunstancias en que se obtuvo, tiene efectos legales concretos, y uno de ellos es la suspensión de los derechos ciudadanos, lo que le impide ser ministro.
Un golpe directo a Lara: cae su único “ahijado” en el gabinete
La caída de Vidovic es un golpe directo y devastador para el vicepresidente Edmand Lara, quien no solo admitió haberlo “sugerido” para el cargo, sino que lo defendió a ultranza, incluso atacando a “grupos de poder de Santa Cruz” que supuestamente querían el puesto para Martín Camacho.
“Pongo las manos al fuego por él, lo voy a defender, es un hombre probo, honesto”, había afirmado Lara días atrás, mostrando un certificado del REJAP que, evidentemente, no reflejaba la sentencia ejecutoriada.
Este escándalo debilita severamente la posición de Lara en la lucha de poder que ya había iniciado contra el presidente Paz. Su primer y único “ministro ahijado” ha resultado inhabilitado, dejándolo sin un alfil clave en el gabinete y exponiéndolo políticamente por haber defendido a una persona con una condena firme por corrupción.
La primera crisis del gobierno de Rodrigo Paz no se ha hecho esperar. Y no es una crisis de gestión, sino una de confianza y poder, que revela las profundas fracturas y las agendas contrapuestas que conviven en un binomio que parece más destinado a la confrontación que a la colaboración.
