O Marcelo Claure miente, o no tiene idea quiénes son los referentes mediáticos en Bolivia. Un momento incómodo y revelador marcó la entrevista de Marcelo Claure con Jimena Antelo. Al ser cuestionado sobre si su diálogo político se limitaba a figuras masculinas –insinuando un posible sesgo machista– Claure intentó refutarlo mencionando conversaciones con mujeres líderes. Específicamente, afirmó haber hablado con la activista y comunicadora María Galindo.
«¿Con quién habló?», preguntó Antelo. «He hablado con… eh… Galindo», respondió Claure (13:55). Ante la sorpresa de la entrevistadora («¡Esto es noticia!»), Claure reiteró: «He hablado creo que he hablado una vez con ella» (14:00).
La afirmación no tardó en generar reacciones. María Galindo utilizó su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter) para desmentir categóricamente a Claure, tildándolo de mentiroso y asegurando que tal conversación nunca existió. La contundencia de la negativa pública obligó a Claure a dar marcha atrás. Posteriormente, en su propia cuenta de X, el empresario reconoció que, en efecto, nunca había hablado con Galindo.
Este episodio, más allá de la anécdota, siembra dudas sobre la rigurosidad de las afirmaciones del empresario y su manejo de la información en el delicado terreno del diálogo político, especialmente cuando intenta posicionarse como un actor influyente y transparente en el futuro de Bolivia. La rápida corrección sugiere un intento de control de daños, pero la falsedad inicial quedó expuesta.
O Marcelo Claure miente, o no tiene idea quiénes son los referentes mediáticos en Bolivia.
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