La oposición boliviana fracturada por ambiciones personales: un regalo para el MAS en las elecciones 2025

La oposición boliviana fracturada por ambiciones personales un regalo para el MAS en las elecciones 2025

La falta de unidad en la oposición boliviana ha generado preocupación en distintos sectores del país, que ven cómo se desperdicia una oportunidad histórica de lograr un cambio real en las elecciones generales del 17 de agosto de 2025. El empresario Marcelo Claure expresó su profunda decepción al observar que, lejos de construir una alternativa sólida al Movimiento Al Socialismo (MAS), los líderes opositores están envueltos en conflictos internos, insultos y posturas irreconciliables que solo sirven a sus intereses personales.

Marcelo Claure critica el egoísmo de la oposición boliviana: “La mayoría miente”

A través de sus redes sociales, Claure lamentó que muchos precandidatos opositores, que en privado aseguraban estar dispuestos a hacerse a un lado por el bien del país, en realidad solo demostraron incoherencia y falta de compromiso. “A la hora de la verdad, la mayoría miente”, señaló.

El empresario fue claro al advertir que, si no se logra una candidatura unificada, la oposición terminará regalándole la victoria al MAS. “Y si el MAS gana, no habrá una segunda oportunidad. No solo pasarán a la historia como traidores a su país, sino que acabarán exiliados o presos, porque el MAS no perdona”, enfatizó.

Enfatizó que las encuestas revelan un clamor popular: Bolivia exige unidad. Claure advirtió que, si la fragmentación persiste, apoyará con todos sus recursos —económicos, morales y logísticos— al candidato que tenga la mejor posibilidad de vencer en agosto.

Manfred Reyes Villa se deslinda del Bloque de Unidad y denuncia guerra sucia

El alcalde de Cochabamba y precandidato por APB Súmate, Manfred Reyes Villa, se distanció del Bloque de Unidad, denunciando su falta de cohesión. “Hice bien en no ser parte de ese bloque de políticos”, declaró, subrayando que nunca fue invitado y que, por el contrario, fue objeto de campañas para desprestigiarlo y vincularlo falsamente con el MAS, pese a haber estado exiliado por 11 años por persecución política.

Reyes Villa reiteró que no participará en estrategias de “guerra sucia” y continuará con la coordinación institucional con el Gobierno, considerando que es fundamental para su gestión municipal.

Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina agudizan la crisis opositora

La crisis del Bloque de Unidad se profundizó luego de que Jorge “Tuto” Quiroga desconociera la encuesta que debía definir al “candidato único” del bloque. En una carta al expresidente Carlos Mesa y al presidente del Tribunal Supremo Electoral, Quiroga denunció la ilegalidad del proceso y acusó a Samuel Doria Medina de financiar y manipular la encuesta.

Quiroga, expresidente de Bolivia, denunció ser víctima de una emboscada política, chantajes y maniobras para marginarlo de la candidatura. En su crítica, afirmó que el bloque desperdició tiempo valioso en debates jurídicamente inviables y apuntó directamente a Doria Medina como el responsable de sabotear el proceso de unidad.

La oposición boliviana fragmentada fortalece la candidatura del MAS

El objetivo del Bloque de Unidad era frenar la continuidad del MAS, pero las disputas internas entre Quiroga, Doria Medina, Mesa y otros actores como Luis Fernando Camacho y Vicente Cuéllar han diluido cualquier posibilidad real de una candidatura opositora única.

Mientras los líderes opositores pelean por protagonismo, la oposición pierde legitimidad ante una ciudadanía que demanda un cambio auténtico, no un reciclaje de las mismas disputas políticas de siempre.

¿Unidad o fracaso?

A cuatro meses de las elecciones, queda claro que la oposición boliviana antepone sus ambiciones personales por encima de la unión nacional. La fragmentación, los egos y la falta de coherencia política no solo debilitan el bloque opositor, sino que allanan el camino para la continuidad del MAS en el poder.

Bolivia está pidiendo unidad, pero sus líderes parecen no estar escuchando. Si no hay una rectificación inmediata, el 17 de agosto de 2025 podría marcar no solo una victoria del MAS, sino también la sentencia histórica de una oposición que prefirió su ambición antes que el país.

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