Un avión privado que regresaba de Punta del Este sufrió un trágico accidente este miércoles al intentar aterrizar en el aeropuerto de San Fernando, Argentina. La aeronave, un Bombardier Challenger 300 matrícula LV-GOK, se despistó al final de la pista, chocando contra varias viviendas y un automóvil antes de incendiarse. El siniestro dejó como saldo la muerte de los dos tripulantes: Martín Fernández Loza, de 44 años, y Agustín Orforte, de 35.
Según Pagina 12, el avión de Argentina no logró frenar a tiempo y terminó saliéndose de la pista. El impacto provocó daños en viviendas cercanas, pero afortunadamente no se registraron víctimas fatales en tierra. Sin embargo, varias personas resultaron heridas, aunque aún no se han confirmado cifras oficiales.
Testigos del lugar, como Tomás, un comerciante cercano, relataron que la aeronave golpeó las casas pero no se incrustó en ellas. “El piloto pudo haber intentado aterrizar en la calle para minimizar el daño”, comentó.
Tras el accidente, se desplegó un operativo de emergencia que incluyó más de 50 bomberos, Policía bonaerense, Defensa Civil, personal sanitario y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Según la propietaria de una de las viviendas afectadas, su casa sufrió grietas, pero no derrumbes.
El Challenger 300 es un avión de tamaño medio, diseñado para vuelos de largo alcance. Esta aeronave, perteneciente a la familia de Jorge Brito, dueño del Banco Macro, había realizado una escala previa en Río de Janeiro antes de partir hacia Buenos Aires.
Las causas del accidente están siendo investigadas por la Junta de Seguridad en el Transporte y el Juzgado Federal N°1 de San Isidro. Por el momento, el aeropuerto permanece cerrado y se ha decretado secreto de sumario mientras continúan las pericias.