El asesinato de Francisco Marupa, dirigente de la comunidad Torewa del Pueblo Leco de Apolo, ha generado consternación entre comunidades indígenas y organizaciones defensoras de derechos humanos en Bolivia. La Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CIPLA) denunció que el crimen se enmarca en el asedio constante por parte de grupos dedicados al tráfico de tierras y la minería ilegal en el Parque Nacional Madidi. Esto se dio a conocer gracias a la revista Sumando Voces
¿Quién era Francisco Marupa y por qué su muerte sacude al Pueblo Leco?
Marupa era un reconocido defensor del Parque Nacional Madidi, una de las zonas de mayor biodiversidad en Bolivia. Según un comunicado de la CIPLA, no solo era un líder indígena, sino también un férreo defensor de la naturaleza. Su cuerpo fue encontrado en su chacra, en las márgenes del río Hondo, y se sospecha que los responsables huyeron en su lancha tras cometer el crimen.
El capitán grande del Territorio Indígena Originario (TCO) del Pueblo Leco, Dionicio Gutiérrez, explicó que este asesinato ocurrió en un contexto de amenazas y desalojos forzados sufridos en la región desde 2023. “Han quemado casas, destruido cultivos y robado motores. Todo esto es obra de traficantes de tierras y mineros auríferos que buscan explotar ilegalmente la zona”, señaló.
El avance de la minería ilegal en territorios protegidos
El vicepresidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), Lino Illimuri, advirtió que el asesinato de Marupa podría estar vinculado a las solicitudes de explotación minera que han asediado a la región. “Varias cooperativas mineras están intentando ingresar al Parque Madidi”, declaró.
La CPILAP se pronunció en redes sociales para repudiar el asesinato y exigir al Gobierno garantías constitucionales para los pueblos indígenas. “Nuestros hermanos indígenas Lecos de Apolo sufren hechos criminales por intereses extractivistas”, señaló la organización en su comunicado.
Inacción del Estado frente al asedio de comunidades indígenas
El Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) también emitió un comunicado donde denunció la violencia estructural que enfrentan los defensores ambientales en Bolivia. El organismo alertó sobre el aumento de desalojos forzados, incendios y amenazas en los ríos Beni, Tuichi, Madre de Dios y Tequeje debido al avance de la minería ilegal.
Según el CEJIS, la falta de acción del Estado ha permitido que actores vinculados a actividades ilícitas operen con total impunidad, poniendo en riesgo tanto los derechos de los pueblos indígenas como la conservación de territorios protegidos.
Exigencias de justicia y protección para los defensores del territorio
La Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo envió una carta al presidente Luis Arce y otras autoridades nacionales exigiendo:
- La investigación inmediata y rigurosa del asesinato de Marupa.
- La identificación y procesamiento de los responsables materiales e intelectuales del crimen.
- Garantías estatales para proteger el territorio indígena y la vida de todos los integrantes del Pueblo Leco.
Un llamado urgente a la acción
El asesinato de Francisco Marupa no es un hecho aislado, sino un reflejo de la creciente violencia contra los defensores de la naturaleza y los territorios indígenas en Bolivia. Las organizaciones y comunidades afectadas demandan al Gobierno acciones concretas para detener el avance del extractivismo ilegal y brindar protección efectiva a los líderes indígenas que luchan por la conservación de su territorio y el respeto a sus derechos.
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