El agronegocio en Bolivia evita impuestos, genera pocos empleos y no genera ni el 2% de la canasta básica

Agroindustria en Bolivia

El agronegocio en Bolivia, impulsado principalmente por la exportación de commodities agroindustriales como la soya, caña de azúcar y carne, muestra una estructura que prioriza los mercados internacionales y beneficia a grandes empresas transnacionales. Sin embargo, su contribución al país en términos de impuestos, empleo y abastecimiento alimentario es muy baja, como lo detalla Stanislaw Tadeusz Czaplicki Cabezas en su estudio titulado «Desmitificando la agricultura familiar en la economía rural boliviana: caracterización, contribución e implicaciones».

Estrategias del agronegocio en Bolivia para evitar el pago de impuestos

Las empresas del agronegocio muestran bajos niveles de utilidades, especialmente en años de inversión, lo que se traduce en menores pagos de impuestos. Sin embargo, esta tendencia es constante incluso en períodos de alta facturación.

Entre 2012 y 2014, las seis mayores empresas comercializadoras de soya en Bolivia facturaron aproximadamente $1.200 millones anuales, pero solo reportaron utilidades por un total de $44 millones. Declararon un pago de impuestos anual de $11,3 millones, lo que representa menos del 1% del valor de sus ventas.

El caso de Gravetal es un ejemplo ilustrativo: entre 2008 y 2018, esta empresa, parte del conglomerado InverSoja, declaró pérdidas y deudas por $136 millones, minimizando su carga tributaria durante una década.

Baja generación de empleo

El agronegocio también presenta una contribución mínima en términos de empleo, considerando el gran volumen económico que manejan estas empresas. Tres de las principales exportadoras de soya en 2012 —Gravetal, Industrias de Aceite S.A. (Fino) e Industrias Oleaginosas S.A.— concentraron el 62% de las exportaciones de soya y lograron ventas superiores a $1.000 millones. Sin embargo, solo emplearon a 1.350 personas.

  • Gravetal, responsable del 31% de las exportaciones, contaba con solo 195 empleados hasta 2011.
  • Industrias de Aceite S.A., que representó el 22% de las exportaciones, empleó a 661 personas en 2012.
  • Industrias Oleaginosas S.A., con el 9% de las exportaciones, empleó entre 460 y 490 personas entre 2008 y 2011.

Estos datos reflejan la escasa generación de empleo, especialmente considerando que estas empresas no solo operan en el sector de la soya.

Limitado aporte a la canasta básica familiar

El agronegocio en Bolivia contribuye solo con el 12,4% del volumen de alimentos y el 16,8% del valor bruto de producción de cultivos alimentarios. Este aporte se limita a productos de mayor valor agregado, como el arroz producido en los llanos tropicales.

En contraste, la agricultura familiar provee el 98,5% del volumen de la canasta básica familiar y emplea a 1,44 millones de personas, muchas de las cuales no reciben una remuneración justa, lo que subsidia indirectamente la producción alimentaria del país.

El análisis de Stanislaw Tadeusz Czaplicki Cabezas muestra cómo el agronegocio en Bolivia evita contribuir de manera proporcional a sus ganancias, tanto en términos tributarios como laborales. Además, su impacto en la seguridad alimentaria es mínimo en comparación con el papel esencial de la agricultura familiar, que sustenta la alimentación del país y genera empleo en mayor medida, aunque con menos apoyo estatal.

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