La Chiquitanía y la Amazonía boliviana arden cada año, y un nuevo informe revela una conexión alarmante: los fondos de pensiones de los bolivianos podrían estar financiando indirectamente la deforestación y los incendios provocados por el agronegocio.
Bolivia ha experimentado un aumento dramático en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, especialmente en las regiones de la Chiquitanía y la Amazonía, situadas en su gran mayoría en el departamento de Santa Cruz. Estos incendios, en su mayoría provocados, están estrechamente vinculados a la expansión de la frontera agrícola, principalmente para la producción de soya, carne y caña de azúcar.
Solo entre el 2016 al 2021 la Chiquitania perdió 565,423 hectareas de bosque.
Las «Finanzas Grises» detrás de las llamas de la Chiquitanía y la Amazonía
Un reciente informe titulado «Las Finanzas Grises del Agronegocio en Bolivia y su Rol en la Deforestación», de Stanislaw Tadeusz Czaplicki Cabezas publicado por la Alianza por la Solidaridad y ActionAid, revela cómo el sistema financiero boliviano, incluidos los fondos de pensiones, canaliza recursos hacia el sector agroindustrial. Estas «finanzas grises», difíciles de rastrear, terminan impulsando la deforestación y, en consecuencia, los incendios.
¿Cómo se financia el agronegocio?
El estudio identifica tres fuentes principales de financiamiento para el agronegocio en Bolivia:
- Fondos de Pensión: El dinero de las jubilaciones de los bolivianos se invierte, en parte, en empresas agroindustriales.
- La Banca: Los bancos otorgan créditos a empresas soyeras, ganaderas y azucareras.
- Fondos de Inversión Cerrados: Estos fondos también canalizan inversiones hacia el sector.
El papel de los Fondos de Pensión
Si bien los fondos de pensiones no invierten directamente en la quema de bosques, sí lo hacen en empresas que se benefician de la expansión agrícola a costa de la deforestación. El informe señala que en 2022, los fondos de pensiones invirtieron cerca de 191 millones de dólares de forma directa en empresas agropecuarias. Y 2,569 millones de dolares en total contando inversiones indirectas por medio de la banca o fondos de inversión.

Un problema complejo y urgente
- Impacto ambiental: Los incendios liberan grandes cantidades de CO2, contribuyen al cambio climático y destruyen la biodiversidad.
- Impacto social: Las comunidades indígenas y campesinas pierden sus tierras y medios de vida.
- Riesgo financiero: La deforestación pone en riesgo la sostenibilidad a largo plazo de las inversiones de los fondos de pensiones.
Qué propone Czaplicki para evitar que nuestra jubilación queme la Chiquitanía y la Amazonía
- Mayor transparencia: Es fundamental que los fondos de pensiones informen en qué empresas invierten y cómo evalúan los riesgos ambientales y sociales.
- Desinversión: Los fondos de pensiones deberían dejar de invertir en empresas vinculadas a la deforestación ilegal.
- Regulación: El gobierno debe fortalecer las leyes y políticas para proteger los bosques y sancionar a quienes los destruyen.
- Participación: Es importante la creación de mecanismos de control social en las inversiones de los fondos de pensión.
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