Comentarios sobre el debate entre dos economistas idealistas: Gonzalo Chávez vs Mauricio Ríos

Gonzalo Chávez vs Mauricio Ríos

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El periodista Tuffii Aré organizó un debate sobre la economía boliviana en la ciudad de Santa Cruz, transmitido a finales de enero en redes sociales y YouTube, a través de ‘Asuntos Centrales’ y ‘TVLatinaRed’, en el que participaron los economistas Gonzalo Chávez y Mauricio Ríos. Aquel evento motivó la elaboración de un escrito que está dividido en cuatro partes, en formato de columna de opinión. A continuación, se presenta el primer episodio, que está dedicado a describir la exposición de Ríos, el segundo será sobre las propuestas de Chávez, en el tercero se contrastarán las propuestas de ambos según áreas temáticas, y, finalmente, en la cuarta columna se podrán leer las conclusiones.     

Aquel evento fue mucho más beneficioso para Ríos porque le permitió ampliar ligeramente campo de acción mediático, presentándose ante una audiencia más numerosa fuera de alcance tradicional de sus redes sociales, aprovechó la popularidad mediática de Chávez para colarse como polizonte en el largo camino recorrido como analista en los medios de comunicación. Supo sacar partido de la imagen de Chávez para, además de ganar popularidad, presentarse como el joven economista que expresa un novedoso e inédito pensamiento económico, el capitalismo libertario (léase liberalismo, anarcocapitalismo, escuela austriaca, y demás neologismos de las teorías económicas del ́capitalismo).

Los análisis y propuestas de Ríos pueden reducirse a un simple “mileísmo”, recitó prácticamente de memoria los slogans de campaña de Javier Milei, la única diferencia fue su propuesta de que Santa Cruz se convierta en una nueva Panamá, para constituirse en una “jurisdicción offshore”, es decir, un paraíso fiscal. Por otro lado, siguiendo Javier Milei al mismo tiempo, diferenciándose de los economistas “libertarios” de Bolivia, propuso la dolarización oficial de la economía boliviana. Además, propuso hacer a un lado la transición a energía verde para centrarse en la energía fósil.

El resto de sus propuestas son las mismas que repiten otros economistas: reducción del Estado, reducción de impuestos, respeto a la propiedad privada, fomentar el libre mercado, reducción de los derechos laborales, privatización de las empresas públicas, eliminación de subsidios y bonos sociales, todas esas medidas implementadas bajo la doctrina de “shock”. Ríos dedicó bastante tiempo de su intervención para realizar alusiones personales a Gonzalo Chávez y darle la bienvenida “nuevamente a las fuerzas del cielo” festejando con un “viva la libertad carajo”.

De todas las consignas planteadas por Ríos, denominadas por él como “propuestas”, en ninguna explica el cómo, cuándo, quién y el qué realizar para implementar sus consignas, simplemente dice que “cada uno decida”, “que sean las empresas y los empresarios” los que decidan qué es mejor para ellos, su entorno y la sociedad,  por eso “hay que hacer a un lado a la clase política” y a los “economistas”, porque su intención es centralizar las decisiones y hacer ingeniería social para imponer sus ideas.

En conclusión, las propuestas expuestas por Ríos y las formas poco respetuosas de comunicarse con su interlocutor, revelaron sus intenciones personales por exhibir sus habilidades en las artes de la imitación, pretendiendo presentarse al público como el reflejo bolivianizado de Javier Milei, sin embargo, escenificó una triste y gruñona comedia. Se limitó a seguir el libreto de un economista irreverente experto en repetir eslóganes, como si la economía fuera simplemente aplicar paso a paso las recetas de un compendio gastronómico. Su esfuerzo por mostrarse como un Milei boliviano, evidenció su personalidad carente de autenticidad.     

La Paz, Bolivia, febrero del 2025.

Por Diego Hernán Moscoso Sanginés Uriarte

Es economista de la U.A.G.R.M.

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