Crisis de combustible y tensiones políticas: Gobierno de Arce descarta renuncia y denuncia sabotaje

Representación crisis de combustible

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó este domingo que el presidente Luis Arce no renunciará a su cargo, a pesar de la crisis de combustible y económica y las presiones políticas que enfrenta su gobierno. Según Prada, la administración de Arce es víctima de un «sabotaje económico y político» impulsado desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), además de diversos actores que exigen adelantar las elecciones.

Crisis económica y bloqueo de créditos en la Asamblea

Durante una conferencia de prensa, Prada explicó que, desde el inicio del mandato de Arce, Bolivia ha sentido el impacto de la crisis económica global, lo que ha afectado las reservas internacionales, utilizadas para la importación de combustibles.

Según la ministra, entre 2021 y diciembre de 2024, el gobierno destinó 12.500 millones de dólares a la compra de diésel y gasolina para mantener la subvención de hidrocarburos, a pesar de la caída en la producción de gas.

Además, indicó que en 2024, Bolivia sufrió una transferencia negativa de deuda externa, ya que se pagaron 1.526 millones de dólares, mientras que solo se recibieron 674 millones en créditos.

Prada cuestionó a los sectores que afirman que los 1.600 millones de dólares bloqueados en la Asamblea no están destinados a la compra de combustibles, asegurando que este bloqueo afecta el flujo de divisas y dificulta la aprobación de nuevos desembolsos crediticios. También destacó que la calificación de riesgo asignada al país por las agencias internacionales responde a la falta de aprobación de estos créditos.

Importación de combustible y gasto semanal aumenta crisis

La ministra reconoció que la economía del país opera con un solo motor debido a la falta de financiamiento externo. No obstante, aseguró que el gobierno ha cumplido con el pago de la deuda externa y ha mantenido la subvención de los hidrocarburos.

Para ilustrar la magnitud del gasto, Prada precisó que se necesitan 60 millones de dólares semanales para la importación de combustibles.

«Gobernar en tiempos de crisis no es lo mismo que en tiempos de bonanza», declaró la ministra. También subrayó que, a diferencia de otros gobiernos que enfrentaron crisis económicas con represión y violencia, el presidente Arce no ha utilizado la fuerza contra el pueblo boliviano.

«Podríamos haber renunciado o escapado, pero no lo hicimos. Seguimos firmes junto a nuestro pueblo y será él quien decida en las próximas elecciones», concluyó sobre la crisis de combustible Prada.

Bloqueo en Concepción por falta de combustibles

Mientras el gobierno defiende su gestión económica, el descontento social sigue en aumento. Este lunes 10 de marzo, el municipio cruceño de Concepción amaneció con un bloqueo indefinido debido a la falta de diésel, lo que pone en riesgo la cosecha de arroz, soya y maíz en la región.

Desde la medianoche, productores y transportistas cerraron las principales rutas exigiendo que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) garantice el suministro de combustible.

La crisis del diésel no solo afecta a Concepción. En Yapacaní, organizaciones sociales anunciaron un bloqueo en el puente del municipio, mientras que en San Carlos y Portachuelo, comunidades locales también advierten con protestas por diversas demandas, incluyendo la falta de carburantes.

El bloqueo en Concepción afecta la ruta hacia la Chiquitanía, dificultando el tránsito hacia municipios como San Ignacio y San Javier.

El impacto en el transporte y la respuesta del Gobierno ante crisis de combustible

El sector del transporte ya reporta problemas por los cortes de ruta. La Terminal Bimodal de Santa Cruz recomendó a los conductores tomar la carretera antigua hacia Cochabamba, ya que los bloqueos afectan la ruta nueva, incrementando los tiempos de viaje en más de dos horas.

Los productores de Concepción aseguran que el gobierno se comprometió a entregar 150.000 litros de combustible, pero hasta el momento, no han recibido la cantidad prometida.

Por su parte, el Ejecutivo asegura que solo falta un 20% para cumplir con la solicitud de los manifestantes y que la situación se normalizará en los próximos días.

Mientras el gobierno de Luis Arce insiste en que la crisis económica es resultado de un «sabotaje político», las protestas por la escasez de combustibles siguen escalando. La incertidumbre aumenta en Bolivia, y las próximas semanas serán clave para definir el rumbo del país en medio de una situación económica y social cada vez más tensa.

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