El Vivir Bien: Un Horizonte de Sentido para una Nueva Época

Imagen del Vivir bien

En la conferencia «Hacia la universalización de la cultura de la vida» (marzo de 2024, YouTube), el filósofo boliviano Rafael Bautista S. nos invita a una profunda reflexión sobre el «Vivir Bien» (Sumak Kawsay en quechua, Suma Qamaña en aimara). Más que un concepto de moda o un paradigma académico, el Vivir Bien se presenta como un horizonte de sentido, una propuesta civilizatoria emergente que desafía los cimientos de la modernidad occidental y su concepto de desarrollo.

Bautista nos advierte sobre el riesgo de que el Vivir Bien sea cooptado por la academia y reducido a un objeto de estudio teórico, despojado de su potencial transformador. Para él, el conocimiento no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para la acción, para la transformación de la realidad. Nos llama a pasar del «pensar teórico» al «pensar epistemológico», donde la realidad misma, y no la teoría, es la eminencia.

Descolonización y Crítica a la Modernidad desde el Vivir Bien

El Vivir Bien no puede ser comprendido desde las herramientas conceptuales de las ciencias sociales modernas, ya que estas están plagadas de sesgos eurocéntricos y naturalizan una visión del mundo basada en la explotación y la desigualdad. Es necesario un abordaje desde la «reflexión trascendental», como la llama Franz Hinkelammert, que cuestione los marcos categoriales y los modelos de análisis dominantes.

La descolonización es clave en este proceso. Bautista propone que la descolonización sea el método de una «ciencia para la vida», cuyo sistema sería el Vivir Bien, y cuya filosofía de la historia sería una «geopolítica de la liberación». Esto implica transitar del concepto de Estado-nación al de Estado-civilización, superando la visión aldeana y aduanera del eurocentrismo.

La Comunidad como Fundamento del Vivir Bien

El Vivir Bien, según Bautista, es una traducción aún superficial de conceptos como el suma qamaña o el teko kavi. Para acceder a su comprensión profunda, es esencial la experiencia de la comunidad, no como un concepto abstracto, sino como una forma de vida que se produce. La comunidad se basa en la lógica de la complementariedad y la reciprocidad, donde la afirmación de la vida propia está intrínsecamente ligada a la afirmación de la vida del otro.

La Cultura de la Vida

Bautista enfatiza que las culturas originarias de Abya Yala (América) comparten una matriz civilizatoria común, que él llama «cultura de la vida». Esta matriz se contrapone radicalmente a la lógica de la modernidad, que se basa en la explotación de la naturaleza (vista como un recurso) y en la acumulación de riqueza a costa de la destrucción. La cultura de la vida, en cambio, concibe a la Pachamama (Madre Tierra) como un ser sagrado, un sujeto con dignidad, no como un objeto a disposición.

Un Horizonte que no es Utópico

El Vivir Bien, más que una receta o un decálogo, es un horizonte que no es utópico porque nos proporciona criterios para evaluar nuestras acciones y orientar nuestro camino hacia una vida plena. No se trata de idealizar un pasado sin contradicciones, sino de actualizar las estructuras comunitarias y resignificar la vida en el presente, reconociendo nuestra fragilidad y vulnerabilidad como seres humanos.

Punteo de lo dicho:

  1. Vivir Bien como horizonte utópico: No es un paradigma, sino una guía para evaluar acciones y orientar hacia una vida plena.
  2. Crítica a la modernidad: El concepto de desarrollo es una trampa que encubre la lógica de destrucción del capital.
  3. Descolonización como método: Necesaria para desmontar los marcos conceptuales eurocéntricos y comprender el Vivir Bien.
  4. Comunidad como fundamento: El Vivir Bien se vive y se produce en comunidad, no se teoriza.
  5. Cultura de la vida vs. cultura de la muerte: La Pachamama es madre, no recurso; la vida es sagrada, no objeto de explotación.
  6. Pensar epistemológico y estratégico: La realidad, no la teoría, es la eminencia; el conocimiento debe servir para la acción.
  7. Geopolítica de la liberación: Transitar del Estado-nación al Estado-civilización, hacia un mundo multipolar y cero polar.
  8. Desafío a la evaluación: Cuestionar el propio concepto de evaluación y sus prácticas desde una perspectiva descolonial.
  9. Códigos del vivir bien: Recuperar este concepto que está muy ligado a las culturas ancestrales.
  10. Reconexión con la madre tierra: Para poder entender la evaluación en su modo pleno.

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