El inicio del Año del Bicentenario de Bolivia se desarrolló con una ceremonia oficial en Sucre, encabezada por el presidente Luis Arce, quien hizo un llamado a la unidad en medio de un contexto de conflicto político y tensiones económicas. Desde el histórico frontis de la Casa de la Libertad, el mandatario destacó la importancia de este hito nacional, a celebrarse el próximo 6 de agosto, como una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos del país.
Actos protocolares en Sucre: Una mirada al pasado y al futuro
La jornada comenzó con el izado de banderas y la participación de más de 600 autoridades, representantes del cuerpo diplomático y movimientos sociales. Durante su discurso, Arce subrayó el legado de lucha por la soberanía de Bolivia, señalando que los 200 años de independencia son un símbolo de resistencia frente a saqueos y poderes coloniales.
El presidente también hizo hincapié en la importancia del «proceso de cambio» iniciado en las últimas décadas, destacando los avances en la recuperación y control de recursos naturales y el impulso hacia la industrialización como clave para garantizar la soberanía económica del país.
Recorrido histórico y turismo en Sucre
La capital boliviana se vistió de gala con actividades culturales que incluyeron recorridos por el centro histórico, visitas a sitios emblemáticos como el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia y el Parque Cretácico. Este esfuerzo busca resaltar la riqueza cultural y arquitectónica de Sucre, atrayendo a turistas nacionales e internacionales durante este año conmemorativo.
El delegado presidencial del Bicentenario, Martín Maturano, anunció la presentación de la Agenda Estratégica del Bicentenario el 18 de enero, que incluirá actividades culturales, académicas y deportivas en todas las regiones del país.
Conflicto político en el marco del Bicentenario
Paralelamente a las celebraciones, las tensiones políticas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) y las protestas sociales amenazan con empañar el ambiente festivo. La facción «evista» del MAS anunció una marcha desde Patacamaya a La Paz el 10 de enero, en protesta por la crisis económica y la supuesta persecución política contra Evo Morales.
Aunque Morales no participará físicamente, sus aliados aseguran que respaldará moralmente la movilización. Según Darwin Choquerive, presidente de la regional urbana del MAS-ala evista, la marcha busca «exigir soluciones a la crisis económica y la liberación de presos políticos acusados de terrorismo».
Un Bicentenario marcado por división y resistencia
La conmemoración del Bicentenario no solo destaca el pasado histórico de Bolivia, sino también la aguda división política actual. Mientras el gobierno central lidera las celebraciones, la oposición y las facciones internas del MAS organizan marchas y movilizaciones en señal de protesta.
La dualidad de festejo y conflicto en este emblemático año refleja las tensiones que Bolivia enfrenta a 200 años de su independencia. La historia del país, marcada por su lucha por la soberanía, se entrelaza con los desafíos actuales, donde la unidad y el diálogo serán esenciales para superar las divisiones.