Biocomunicación vs Necrocomunicación

Roberto A. Barriga-Editorial

Biocomunicación vs Necrocomunicación

Biocomunicación o Necrocomunicación, implica qué tanto importa la intención de comunicar, qué tanto importa definir qué se quiere decir, y sobre todo a quién, además que sentimientos se quiere provocar.

Joseph Goebbels, propagandista de cabeza del régimen nazi, basó sus 10 principios de propaganda en un concepto de Friedrich Nietzsch: “no existen hechos sino interpretaciones”. Cuando esas interpretaciones son adoptadas por una mayoría, se llama voluntad del poder. Y quién es el más interesado en que se adopte su interpretación, pues lo poderosos.

Goebbels en sus 11 principios utiliza manipulación mediática para que las personas sigan al pie de la letra lo que la voluntad del poder en este caso los nazis pretendían.

Bastante efectivo, pero triste y peligroso, porque esto no genera nada más que la aceptación de lo que unos pocos piensan y desean, a perjuicio de otros. Este tipo de comunicación profundizada en 2024 y utilizada por casi todos los regímenes del mundo en el sector empresarial y estatal, genera lo que un pensador francés llamado Michel Foucault “el sujeto sujetado”.

El sujeto es subjetivado a través de la comunicación del poder, y no evita que piense, sino que se sienta de cierta forma respecto a ciertos temas. Por ejemplo, el cine de Hollywood todos los narcotraficantes, criminales, villanos con latinos, de piel marrón, o por defecto extranjeros. Esto fuera de decirnos que pensar subjetiva a las personas a que el narco es el latino.

Batman en la trilogía de Cristopher Nolan, tiene dos villanos con discursos de reivindicaciones sociales, uno anti capitalista que desea acabar el mundo financiero, con características medio orientales. El otro el payaso, que devela la profunda conexión de la elite de Ciudad Gótica con la mafia y la corrupción de las autoridades.

La religión, la necroreligión

Este ejemplo cinematográfico es tan solo una parte del bombardeo diario que nos orienta a sentirnos de cierta forma respecto a ciertos pensamientos o ciertas culturas y etnicidades. E esta parte del mundo no existe personas que no piense que el islam y sus seguidores son abusadores de mujeres y fanáticos religiosos.

Pero nadie se cuestiona que Bolivia siendo un país supuestamente laico tiene una gran cantidad de cristianos protestantes y católicos, además de otros cortes, que a pesar de profesar esa religión es el país más violento hacia la mujer en al región. Y si por departamento analizamos su “cristianismo” vemos que esto se profundiza.

Por otro lado, países como Reino Unido o EEUU, tiene un ejercito altamente religioso, así como su economía, la cultura WASP y el protestantismo siempre fueron los líderes de ese país, también como de las invasiones, genocidios y masacres que perpetuaron durante el siglo XX y ahora XXI. Nadie absolutamente nadie les diría fanáticos religiosos, cuando se saben y piensan que dios esta de su lado en sus matanzas.

Esto nos dice que lejos de adoptar los valores a favor de la vida del Yeshua de Nazaret, los invierten en su nombre.

Cómo hacer Biocomunicación

Ante la voluntad del poder de sujetarnos en nuestros sentimientos y percepciones de este mundo y la vida existen alternativas.

La biocomunicación existe, y se basa en la comunicación al servicio de la gente, del pueblo. E preciso entender pueblo y esta categoría en disputa. Si la necrocomunicación del poder funciona a los que ocupan estratos de poder y la utilizan para perpetrar sus intereses  minoritarios. EL pueblo vendrá a ser el oprimido por esto, en cuanto deja de ser oprimido deja de ser pueblo, es un ciudadano, esto debe estar bastante claro.

El pueblo es el que sufre a manos de la voluntad del poder, pero no puede tener tan poca gente tanto control si no fuera por ciudadanos que repiten exponencialmente este modelo y no desean cambiarlo.

En cambio el pueblo si necesita un cambio, porque sus necesidades son ahora, deben comer ahora, deben tener vida digna ahora, deben ser humanos mientras lees estas líneas, esa es la gran diferencia. Sus problemas son inmediatos, sus soluciones también deben serlas.

La biocomunicación debe estar centrada en el oprimido y sus necesidades, si no cambia nada, si no esta, para solucionar los problemas del pueblo no sirve o esta a servicio de la voluntad del poder. “El que siembre con el Pueblo cosecha legitimidades” escribió rafael bautista, esto también es parte de construir comunicación junto al pueblo.

Existe preocupación en el mundo positivista por los resultados y alcance de los números al colocarse del lado de los necesitados, pero sorprendentemente los números son buenos y grandes. Apostar por una comunicación para la voluntad del servicio, del Pueblo es imperativo, ya todos los medios sirven al poder. Para eso Esta La Pluma y La Espada, para el Pueblo.

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