Los bloqueos (evistas) en Bolivia, impulsados por sectores afines a Evo Morales, generan una escalada de violencia y enfrentamientos, mientras el Gobierno boliviano denuncia una estrategia para desestabilizar, imponer por la fuerza la candidatura del expresidente y provocar un alza de precios en alimentos de primera necesidad, afectando principalmente a regiones como La Paz, El Alto y Cochabamba.
Reducción de Puntos de Bloqueo y Denuncias de Violencia Organizada
A pesar de una reducción de los puntos de bloqueo de 40 a 29 durante el fin de semana, el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, denunció que el objetivo real de estas movilizaciones es «imponer por la fuerza» la candidatura de Evo Morales. Ríos aseguró que, si bien hay una «estrategia del evismo para dar la sensación de que todo el país está paralizado», la normalidad prevalece en la mayoría del territorio. Operativos conjuntos entre la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas lograron levantar bloqueos en La Paz, Oruro y Potosí, con muchos cortes de ruta siendo rechazados por las propias comunidades. Sin embargo, el ministro advirtió sobre una «maquinaria de violencia organizada» detrás de las protestas, citando 38 policías heridos, ambulancias atacadas y personal militar secuestrado. Más de 80 personas fueron detenidas, algunas con armas y explosivos.
La Versión del Gobierno vs. la de Evo Morales ante la Crisis
El conflicto se ha visto marcado por versiones contrapuestas, especialmente en incidentes como el ataque a una ambulancia en Vinto, Cochabamba. Mientras el Gobierno, a través de la ministra de Salud, María Renée Castro, denunció la agresión al personal y la quema del vehículo que transportaba insumos médicos, Evo Morales negó esta versión en Radio Kawsachun Coca, acusando al Ejecutivo de mentir y afirmando que en la ambulancia iban policías con gases.
Desinformación y Actos Vandálicos Agravan la Tensión en Bolivia
El ministro Ríos también acusó a medios «afines a Morales» de difundir desinformación, utilizando videos antiguos o de otros países para ilustrar los actuales bloqueos. Confirmó actos vandálicos en Challapata (Oruro), donde comerciantes fueron atacados por no sumarse a las protestas, calificándolos de «actos vandálicos que deben ser sancionados».
Escalada de Violencia en Llallagua por bloqueos evistas y la dura Respuesta Presidencial
Uno de los puntos más críticos de la crisis boliviana se vivió en Llallagua, Potosí, donde enfrentamientos entre pobladores y movilizados «evistas» dejaron más de 30 heridos. El presidente Luis Arce cuestionó duramente las acciones del «evismo», señalando que Evo Morales «lejos de condenar» la violencia, salió a festejar los desmanes y hablar de una «batalla final». Arce denunció que los seguidores de Morales agredieron al personal de salud, destruyeron una ambulancia, saquearon comunidades y atacaron a la prensa, buscando «muertes». El mandatario se preguntó a qué «batalla final» se refería Morales y cuántas vidas se sacrificarían por sus «intereses personales».
Hostigamiento Persiste en Potosí tras Enfrentamientos por bloqueos evistas
Tras los violentos enfrentamientos, el ministro Ríos informó que organizaciones sociales «evistas» continuaban hostigando a los pobladores de Llallagua con dinamita y petardos. Aunque se retiraron temporalmente, los habitantes establecieron vigilias por temor a nuevos disturbios y saqueos, incluyendo la toma de la FELCV. Ríos responsabilizó directamente a Evo Morales por la violencia, con el fin de habilitarse electoralmente y buscar la renuncia del presidente Arce.
Llamados a la Tregua y Búsqueda de Justicia ante la Crisis en Bolivia
Frente a la gravedad de los eventos, el Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, instó a una «tregua nacional», advirtiendo que se está «entrando a lo irracional» y que la crisis mezcla malestar económico con incertidumbre electoral, lo que podría desembocar en una «consigna extrema: la renuncia del presidente». Pidió que los conflictos se resuelvan por la vía democrática, «en las urnas, no en las calles».
Gobierno Evalúa Acudir a Instancias Internacionales por Bloqueos evistas
El Gobierno boliviano, a través del ministro de Justicia, César Siles, anunció que se evalúa acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos para investigar los bloqueos y la violencia, no solo de esta gestión sino también del año pasado. Se considera también pedir la conformación de un Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para investigar los hechos de 2019. El presidente Arce aseguró que los responsables de sembrar terror serán puestos a disposición de la justicia y «¡no habrá impunidad!». Evo Morales, por su parte, expresó su acuerdo con una investigación internacional.
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