Cae su Exministro Antidrogas de Evo Felipe Cáceres y la Hermana de exdirigenta Cocalera, Elba Terán

Cae su Exministro Antidrogas de Evo Felipe Cáceres y la Hermana de exdirigenta Cocalera, Elba Terán

En un doble golpe que sacude al círculo cercano del expresidente Evo Morales, su exministro y «zar antidrogas», Felipe Cáceres, y Elba Terán, hermana de una influyente exdirigente cocalera, han sido aprehendidos en operativos separados por narcotráfico en el trópico de Cochabamba.

El hallazgo de un sofisticado laboratorio de cocaína en la finca de Cáceres y la captura de Terán con 10 kilos de droga exponen un preocupante patrón y reavivan las sospechas sobre la penetración del crimen organizado en el corazón del poder político del Chapare.

Primer Golpe: Cae Elba Terán, Hermana de una Dirigente Clave del MAS

El primer operativo se concretó el fin de semana en Villa Tunari, donde la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) capturó a Elba Terán Gonzales con 10 kilos de pasta base de cocaína ocultos en su vehículo. Un juez ya determinó su detención preventiva por 30 días en el penal de San Sebastián Mujeres.

La acusada es hermana de Margarita Terán, exdirigente cocalera y una de las figuras más cercanas y leales al expresidente Evo Morales. El vínculo de la familia Terán con el narcotráfico no es nuevo. En 2008, ambas hermanas, Elba y Margarita, ya habían sido capturadas con 147 kilos de cocaína en su domicilio, también en el trópico de Cochabamba. La reincidencia de Elba Terán y su notoria cercanía al poder político refuerzan la tesis de una red con protección y un largo historial.

Segundo Golpe: Felipe Cáceres tenía un Laboratorio de Cocaína

Pocos días después, la madrugada de este martes, la FELCN asestó el golpe más contundente. En una finca de propiedad de Felipe Cáceres, quien fuera el «zar antidrogas» de Bolivia durante casi 14 años, se descubrió un laboratorio de cristalización de clorhidrato de cocaína a gran escala.

El laboratorio, ubicado en el municipio de Puerto Villarroel, contaba con áreas especializadas de diluido, filtrado, destilación, secado y prensado. Para agravar la situación, en el mismo predio funcionaba una empresa de áridos (piedra y arena) identificada como propiedad de Cáceres. El exviceministro fue aprehendido en el lugar, poniendo fin a una carrera marcada por constantes cuestionamientos sobre su patrimonio.

También puedes leer: Coca-cocaína: Genealogía del narcotráfico en Bolivia

Un Patrón de Sospechas y Riqueza Inexplicable de Felipe Cáceres y Terán

Las detenciones de Cáceres y Terán no son hechos aislados, sino que se suman a un patrón que ha salpicado repetidamente al entorno del MAS. Cáceres acumuló un patrimonio declarado de más de 9 millones de bolivianos, una fortuna que siempre justificó con su sueldo y un hostal, pero que ahora queda bajo la sombra del narcotráfico.

Este caso se suma al de Maximiliano Dávila, exdirector nacional de la FELCN en 2019, quien fue extraditado a Estados Unidos por narcotráfico. El propio Evo Morales, en 2010, reconoció la penetración del narco en el Estado, una admisión que hoy, con la caída de dos figuras tan cercanas a su círculo, cobra una alarmante dimensión.

El Origen del Problema: De las Narcodictaduras a la Instrumentalización Geopolítica

Para entender cómo se llegó a este punto, es crucial mirar el origen de la problemática de la cocaína en Bolivia. Lejos de ser un simple problema de delincuencia, el narcotráfico ha sido históricamente una herramienta de poder político y control geopolítico.

La consolidación del primer narcoestado boliviano se dio durante la dictadura de Hugo Banzer Suárez en los años 70. A pesar de crear la primera ley antidrogas, su gobierno no buscaba eliminar la cocaína, sino controlarla.

Esta estructura se perfeccionó bajo la dictadura de Luis García Meza, cuyo régimen fue financiado por el «rey de la cocaína», Roberto Suárez. Investigaciones han revelado que el negocio fue articulado por criminales nazis como Klaus Barbie, quienes trabajaban para la CIA con el objetivo de usar el dinero de la cocaína boliviana para financiar operaciones anticomunistas en la región, como la guerrilla de la «Contra» en Nicaragua.

Desde entonces, la sombra de la narcopolítica ha planeado sobre Bolivia. La historia demuestra un patrón recurrente. El narcotráfico no solo corrompe instituciones, sino que es utilizado en un complejo ajedrez de poder que hoy vuelve a sacudir al país con la captura de quienes, irónicamente, debían ser sus principales combatientes o formaban parte del círculo más íntimo del poder.