¿SOCIALISTA EL MAS?

¿En qué consiste el socialismo?, ¿cuáles son las diferencias básicas con el capitalismo?, ¿es el gobierno del MAS, socialista como dice?; estas cuestiones elementales, de las que parte casi todo el resto a la hora de discutir la política en nuestro medio, son sin embargo por completo ignoradas por casi todos: comentadores, críticos, políticos y hasta los que se dicen especialistas en el área. Con respecto a esto último, ni falta hace definirlo de barbarie; por lo menos, comentemos sus principios para empezar a despejar el camino.

 El socialismo se define, platónicamente, como una sociedad donde existe la menor diferencia de clases sociales posible; utópicamente, la “sociedad sin clases”. Es decir, un colectivo donde todos parten de la misma situación socioeconómica y no existen privilegios de ningún tipo. En cuanto a los métodos concretos para alcanzar esa utopía, se podrían resumir en dos tipos de lineamientos: una redistribución de la riqueza y una compensación de la pobreza.

Necropolítica y los Invisibles: Ambientalistas Luchan para Perder

habría que preguntar al Gobierno quiénes son estas personas y por qué gozan de protección. ¿Por qué no hay reportes cuando a vox populi se sabe que los incendios vienen de las tierras de estas corporaciones? ¿Por qué no hay sanciones, por qué no los llevan al frente y por qué el plan es aumentar la extensión de sus tierras? ¿O hay gente del Gobierno involucrada en estos agronegocios y se los protege? Hasta por vergüenza y algo de honor, se debe responder.

La narrativa debe cambiar para condenar al empresario egoísta y criminal y ver qué tan asociado está con el gobierno. Aunque cuando el exministro de Justicia, Ivan Lima, cuando salió del gobierno, pidió aclarar la relación entre La Razón, Gravetal y el empresario venezolano Carlos Gill; aparentemente, el gobierno tiene más que ver por el lado privado que por el Estado, lo cual sería gravísimo.

Los empresarios del Agro no benefician a Bolivia en absolutamente nada; sus dólares están afuera, sus ganancias afuera, sus vidas afuera, pero su destrucción en nuestro país.

Biocomunicación vs Necrocomunicación

El texto aborda la distinción entre biocomunicación y necrocomunicación, enfatizando la manipulación mediática de poderosos para controlar percepciones y emociones. A través de ejemplos históricos y cinematográficos, se critica cómo estas comunicaciones alienan al pueblo. Propone que la biocomunicación debe enfocarse en las necesidades del oprimido para generar un cambio verdadero.