En una alarmante confesión que expone la fragilidad de la cadena de suministro de combustibles, en especial diésel en Bolivia, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, admitió que el país opera «al límite», con un stock de diésel para menos de un día y de gasolina para apenas tres. Esta revelación se produce en medio de una crisis de desabastecimiento que ha generado caos en las ciudades, amenaza con paralizar la producción de alimentos y pone en riesgo la logística de las elecciones de segunda vuelta del próximo domingo.
Mientras el Gobierno pide no «hacer política con el dolor de la gente», el candidato Rodrigo Paz ha lanzado una dura advertencia, acusando a la administración de Luis Arce de «ocultar» los combustibles y prometiendo un juicio de responsabilidades por la crisis.
«Operamos Día a Día»: La Confesión de un Gobierno sin Divisas para Diésel
La declaración del ministro Gallardo pinta un cuadro crítico de la situación financiera de YPFB y del Estado. Lejos de las versiones optimistas, la autoridad reconoció que la compra de combustibles depende de la obtención diaria de divisas, un proceso precario y insuficiente.
“Estamos en esas condiciones de operación al límite y esa es la situación actual que tenemos en cuanto al abastecimiento. (…) Nosotros operamos día a día, prácticamente, lo que es obtener las divisas”, confesó Gallardo. Detalló que en las últimas tres semanas, los desembolsos para la importación han oscilado entre 35 y 45 millones de dólares semanales, cuando el requerimiento mínimo es de 55 millones. Esta falta de liquidez es la que ha provocado que más de 500 cisternas, cargadas con 20 millones de litros de combustible, quedaran varadas por más de una semana en las fronteras, esperando los pagos de YPFB.
El TSE Pide Prioridad para las Maletas Electorales
La crisis ha escalado a tal punto que ha puesto en alerta al propio Tribunal Supremo Electoral (TSE). El vocal del TED de La Paz, Sabino Chávez, ha lanzado un ruego desesperado, pidiendo a la ciudadanía y a los surtidores que prioricen el abastecimiento de los vehículos que transportarán el material electoral. “Yo quisiera exhortar y rogar a la ciudadanía que nos permitan cargar los combustibles, solamente va a ser esta vez, por la democracia, por las elecciones. (…)
El día sábado, las maletas deben ser depositadas en los ambientes seguros”, afirmó Chávez. El vocal reconoció que la logística para la segunda vuelta del 19 de octubre es extremadamente compleja y que la falta de combustible podría retrasar la llegada de las maletas a los recintos de votación, un riesgo que la democracia boliviana no puede permitirse.
Paz «Ordena» Liberar Combustible y Amenaza con Juicio de Responsabilidades
La crisis de Diésel y combustible ha sido el principal campo de batalla en la recta final de la campaña. El candidato del PDC, Rodrigo Paz, ha endurecido su discurso, acusando directamente al gobierno de Luis Arce de orquestar la escasez.
“Le ordeno al Presidente, como boliviano, que libere los hidrocarburos, tanto gasolina como diésel, que están guardando para generar zozobra en la población y zozobra en la democracia”, lanzó Paz en una contundente conferencia de prensa. Fue más allá y prometió consecuencias legales.
«Desde el Parlamento, con sus socios entrará a un proceso de juicio de responsabilidades dada esta situación dramática. (…) Presidente, usted no tendrá impunidad. Va a tener juicio», sentenció. Mientras tanto, su rival, Tuto Quiroga, reafirmó en su cierre de campaña su promesa de acabar con las colas trayendo dólares a través de un programa con organismos internacionales.
Aunque las 500 cisternas finalmente han comenzado a descargar, la medida es un alivio temporal a un problema estructural. Con un stock para menos de 24 horas y el proceso electoral en vilo, Bolivia se asoma a una de las transiciones de gobierno más complejas y frágiles de su historia reciente, con el fantasma de una parálisis total a la vuelta de la esquina.
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