El Doloroso Ajuste en Bolivia: ¿Quién Pagará la Crisis que Enriquece a Bancos, Agronegocio y Mineros?

El Doloroso Ajuste en Bolivia: ¿Quién Pagará la Crisis que Enriquece a Bancos, Agronegocio y Mineros?

El inminente y doloroso ajuste en Bolivia plantea una pregunta crucial: ¿quién pagará la crisis que enriquece a bancos, agronegocio y mineros? Mientras informes de la Fundación Jubileo y Oxfam advierten que cualquier medida de corrección económica —como la eliminación de subsidios o la devaluación— aumentará la pobreza y golpeará desproporcionadamente a las familias, las microempresas y los trabajadores más vulnerables, un análisis profundo revela que un selecto grupo de poder no solo es inmune a la crisis, sino que está obteniendo ganancias récord gracias a ella.

Estos sectores privilegiados, lejos de contribuir a una solución, se benefician de las mismas distorsiones que hunden al país, a menudo utilizando los ahorros de los bolivianos y gozando de subsidios y exenciones fiscales millonarias.

El Costo Social del Ajuste: Un Golpe Anunciado para los Más Vulnerables

La crisis económica que atraviesa Bolivia, producto de políticas insostenibles como la subvención a los hidrocarburos y un tipo de cambio congelado, ha llegado a un punto de no retorno. Informes como el «Reporte de Coyuntura N° 52» de la Fundación Jubileo y la serie de estudios «El Costo Social del Ajuste» de Oxfam coinciden en que corregir estos desequilibrios será un proceso «inevitablemente doloroso».

Las simulaciones de Oxfam son alarmantes y revelan quiénes serán los más afectados:

Eliminar el subsidio a los combustibles aumentaría la pobreza moderada en 2,5 puntos porcentuales y la pobreza extrema en 1,5 puntos. El golpe sería más duro para los más pobres, quienes perderían un 9,2% de su ingreso disponible, en comparación con un 3,7% para los más ricos.

Una devaluación de la moneda tendría un impacto aún más devastador, elevando la pobreza moderada en 10,8 puntos porcentuales y la extrema en 4,7 puntos.

Los más pobres verían reducido su ingreso en un alarmante 28,5%. Los estudios identifican a los grupos más vulnerables: los hogares de menores ingresos, los trabajadores agrícolas, y las micro y pequeñas empresas (MyPES), especialmente aquellas lideradas por mujeres, quienes actúan como un «amortiguador sistémico» al absorber el aumento de costos sin poder trasladarlo a los precios, sacrificando sus propias ganancias y el consumo familiar.

Los Sectores que Ganan Récords con la Crisis

Mientras la mayoría de la población no advierte que pagarán el ajuste y otros se preparan para el impacto, tres sectores no solo navegan la crisis sin problemas, sino que han encontrado o se ha diseñado en la era del MAS (Movimiento al Socialismo) un modelo de negocio extremadamente lucrativo.

La Banca: Utilidades Récord y el Negocio del Dólar Paralelo

Lejos de sufrir, la banca privada vive un momento de bonanza. Según datos de Asoban, al primer trimestre de 2025, los bancos registraron utilidades por 36 millones de dólares, un crecimiento del 15,9% respecto al año anterior. Su negocio se ha visto potenciado por la escasez de dólares: reciben giros del exterior en divisas, pero los entregan a los usuarios en bolivianos al tipo de cambio oficial (Bs 6,96), quedándose con los dólares para luego, presuntamente, revenderlos en el mercado paralelo a un precio que casi triplica el oficial.

El Agronegocio: Exportaciones en Dólares, Deudas en Bolivianos y el Dinero de Todos

El sector agroindustrial y ganadero ha perfeccionado un ciclo de ganancias a costa de la devaluación y los recursos públicos:

1. Financiamiento con Dinero Público: Obtienen préstamos en bolivianos de la banca, que a su vez utiliza los fondos de pensiones de la Gestora (el dinero de todos los bolivianos) para financiar al sector. El informe «Las Finanzas Grises del Agronegocio» revela que hasta 2.569 millones de dólares de los fondos de pensiones están invertidos, directa o indirectamente, en este sector.

2. Exportaciones en Dólares que no Retornan: Venden sus productos (carne, soya, aceite) al exterior y reciben los pagos en dólares, divisas que no retornan al sistema financiero boliviano, agravando la escasez.

3. Deudas Devaluadas: Pagan sus créditos en bolivianos. Con la devaluación de la moneda, terminan devolviendo mucho menos del valor real que se prestaron. Empresas como la transnacional Frigorífico BFC han sido denunciadas por acopio masivo de ganado y contrabando, mientras el sector en su conjunto presiona para debilitar la Función Económica Social (FES), una medida que les daría «licencia para quemar» y expandir la frontera agrícola sin control ambiental durante 7 años.

La Minería Aurífera: Un Paraíso de Subsidios, Cero Impuestos y Devastación

El sector de las cooperativas mineras auríferas opera en un régimen de privilegio excepcional, comparable a un paraíso fiscal interno: Impuestos Ínfimos: Solo pagan una regalía del 2,5% sobre el valor del oro. Al ser consideradas «entidades sin fines de lucro», están **exentas de pagar el Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUE)**. Es decir, no pagan impuestos sobre sus millonarias ganancias.

Subsidios Millonarios: El Estado les subsidia el diésel por un valor estimado de **300 millones de dólares anuales**, cinco veces más de lo que el sector aporta en regalías.

En total, Oxfam calcula que el Estado pierde o gasta 1.238 millones de dólares al año para beneficiar a este sector.

Daño Social y Ambiental: Este modelo se sostiene sobre la base de la contaminación de ríos con mercurio, la destrucción de la Amazonía y la explotación laboral de miles de jornaleros que trabajan sin derechos.

Un Ajuste Injusto: ¿Por qué los Beneficiados no Pagan la Cuenta?

El ajuste económico exigirá un sacrificio a la nación, pero la evidencia demuestra que existe un pequeño grupo de poder que no solo tiene la capacidad de absorber el costo, sino que se ha enriquecido gracias a las mismas distorsiones que llevaron a la crisis.

Un ajuste justo y socialmente sostenible requeriría que la factura no la paguen los más vulnerables. La solución pasa por una reforma profunda que obligue a estos sectores privilegiados a contribuir de manera equitativa: eliminando sus exenciones fiscales, revisando sus subsidios, obligando al retorno de las divisas por exportación y garantizando que los fondos de pensiones de los bolivianos se inviertan en el desarrollo del país, y no en la especulación de una élite.

La popuesta al ajuste en Bolivia de Oxfam

Frente a la inevitabilidad de un ajuste económico, el debate no es si se aplicará, sino cómo. El estudio «Repensar un Sistema de Protección Social» (Volumen III) de Oxfam plantea una ruta de acción clara para que la corrección de los desequilibrios macroeconómicos no se haga a costa de los más pobres.

La clave, según la investigación, es sustituir los ineficientes y regresivos subsidios indirectos por un Sistema Integrado de Protección Social (SIPS) robusto, moderno y eficientemente focalizado. La propuesta se articula en torno a varias medidas clave, diseñadas para crear un «piso mínimo de protección social» y minimizar el costo humano del ajuste:

1. Evitar la Focalización Estricta y Mantener la Universalidad:

En un país con alta informalidad y movilidad como Bolivia, los programas universales como la Renta Dignidad han demostrado ser más costo-efectivos, con menores errores de exclusión y bajos costos administrativos, que los complejos sistemas de clasificación de pobreza. La recomendación es mantener un piso universal, complementado con una **focalización parcial** hacia los quintiles más bajos y estableciendo **criterios de exclusión para los ingresos más altos**.

2. Adoptar un Gasto Social Contracíclico:

En lugar de recortar el gasto social durante la crisis, se debe mantener la inversión en protección social como un **instrumento estabilizador de ingresos y demanda**. El estudio evidencia que el ajuste afectará desproporcionadamente a mujeres, trabajadores rurales y MyPES, por lo que se requieren **medidas compensatorias de emergencia** canalizadas a través de los sistemas de transferencias ya existentes.

3. Actualizar y Fortalecer los Bonos:

Para garantizar que las transferencias monetarias no pierdan su valor, se sugiere indexar los beneficios (Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy, Renta Dignidad) a la inflación acumulada y al costo de vida en alimentos, asegurando su poder adquisitivo real.

4. Integrar la Asistencia con el Empleo:

El objetivo a mediano plazo es construir un sistema que articule la asistencia social con políticas activas de empleo y emprendimiento.

Esto incluye consolidar programas de inserción laboral formal como el PAE II, mejorar el apoyo a mujeres emprendedoras con crédito y asistencia técnica, y reconocer el trabajo de cuidados como una actividad productiva, incorporándolo en la planificación fiscal. En definitiva, la propuesta de Oxfam es clara: la transición hacia una economía sostenible es ineludible, pero debe ser una transición justa.

Esto exige reemplazar los subsidios ineficientes no por un vacío, sino por un sistema de protección social directo, moderno y equitativo que blinde a las familias más vulnerables del impacto del ajuste. Invertir en protección social, concluye el estudio, no es un gasto, sino una estrategia de estabilidad macroeconómica y cohesión social.