Cada 8 de marzo (8M), escuchamos y leemos sobre el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, donde 123 de las 146 víctimas mortales fueron mujeres, como el origen de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, esto no es del todo cierto. También se menciona una huelga en 1857 en Estados Unidos, pero tampoco ocurrió así. Incluso se ha escrito que el día proviene de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en 1910, lo cual es parcialmente cierto. La realidad es que la historia del 8 de marzo es mucho más compleja.
El 8 de marzo no conmemora una efeméride clara, como sucede con otras fechas históricas. Por ello, es necesario desenredar el ovillo de esta reivindicación de los derechos y luchas de las mujeres.
Los inicios del Día Internacional de la Mujer
En 1909, una organización de Mujeres Socialistas de EEUU propuso la creación de un Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, esta iniciativa tuvo un alcance limitado, concentrándose principalmente en ciudades como Chicago y Nueva York. Un año después, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, la propuesta de Clara Zetkin para establecer un Día de la Mujer Trabajadora ganó mayor repercusión. Aunque no se fijó una fecha específica, se eligió el mes de marzo por su simbolismo revolucionario.
Los mitos fundacionales del 8M
En los años siguientes, la fecha varió. Por ejemplo, en 1911, el Día Internacional de la Mujer se celebró el 19 de marzo en países como Alemania y Dinamarca. Una semana después, el 25 de marzo, ocurrió la tragedia de la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, no el 8 de marzo como a menudo se cree. Este incendio, aunque accidental, expuso las pésimas condiciones laborales y la falta de seguridad en muchas fábricas. La mayoría de las víctimas fueron mujeres migrantes, explotadas y desesperadas, que se vieron obligadas a saltar al vacío para evitar morir quemadas. Este suceso no estuvo vinculado a ninguna huelga, pero impulsó la creación de un sindicato de trabajadoras textiles y la lucha por mejores condiciones laborales.
A partir de entonces, el 8 de marzo (8M) comenzó a aparecer como fecha de protestas vinculadas al sufragismo en países como Alemania e Inglaterra, sin relación con el incendio. En 1914, por ejemplo, el 8 de marzo cayó en domingo, lo que facilitó la organización de manifestaciones. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial paralizó muchas de estas reivindicaciones en Europa.
El mito de la huelga de 1857
La huelga de 1857 en EEUU, a menudo citada como el origen remoto del Día Internacional de la Mujer, es un mito. No solo no ocurrió el 8 de marzo, sino que, en realidad, nunca sucedió. Aunque las mujeres tuvieron un papel destacado en muchas huelgas debido a sus precarias condiciones laborales, las más importantes no estuvieron relacionadas con esta fecha. Este relato surgió en los años cincuenta, cuando se intentó desvincular el 8 de marzo de su origen socialista y comunista. De hecho, en algunos medios, el día era conocido como el «Día de las Mujeres Comunistas».
Las mujeres rusas y la Revolución de 1917: el verdadero origen del 8M
El 8 de marzo (8M) de 1917 (23 de febrero en el calendario juliano usado en Rusia), miles de mujeres trabajadoras de Petrogrado, hoy San Petesburgo, se lanzaron a las calles xigiendo «Pan y Paz», en protesta por las condiciones laborales, la escasez de alimentos y los efectos devastadores de la Primera Guerra Mundial.
Este levantamiento, encabezado por trabajadoras textiles, fue el catalizador de la Revolución de Febrero, que forzó la abdicación del zar Nicolás II y llevó a la creación de un Gobierno Provisional, el cual concedió el derecho al voto a las mujeres.
Una de las principales figuras de este movimiento fue Alexandra Kollontai, quien abogó por derechos laborales, igualdad de género y protección a la maternidad dentro del sistema soviético. Posteriormente, el 8 de marzo fue declarado fiesta oficial en la Unión Soviética y se convirtió en una fecha emblemática dentro del movimiento comunista internacional.

La expansión internacional del 8M
El Día Internacional de la Mujer se extendió a otros países. En España, por ejemplo, ya se celebraba en 1936, meses antes del golpe de Estado. En Italia, la «festa della donna» tuvo su primera manifestación en 1922. Finalmente, en 1975, la ONU reconoció oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, y en 1977 instó a los países a conmemorar esta fecha en favor de los derechos de la mujer y la paz internacional. Con el tiempo, se eliminó el añadido de «la Mujer Trabajadora», generalizando la celebración para abarcar todas las luchas y derechos de las mujeres.
Un logro adicional en España
El 8 de marzo también marca un hito en la historia de España: en 1910, una real orden permitió el acceso de las mujeres a la universidad, corrigiendo un decreto de 1888 que limitaba sus oportunidades educativas.
Colectividad
El origen del 8 de marzo es el resultado de múltiples eventos y luchas a lo largo de la historia. Aunque su historia es compleja, su significado como día de reivindicación y celebración de los derechos de las mujeres es incuestionable. Es improtante no olvidar esta lucha política.









Bibliografía
- Álvarez González, A.I. (2000). Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945. Oviedo, KRK.
- Coenem, M.T. (2023). «Le 8 mars, journée internationale des femmes. Une longue histoire. Première partie : l’approche internationale», Analyse en ligne du CARHOP, número de junio.
- Frencia, C. y Gaido, D. (2018). “La revolución del 23 de febrero (8 de marzo) de 1917”, en Feminismo y movimiento de mujeres socialistas en la Revolución Rusa. Santiago, Ariadna Ediciones, pp. 67-79.
- Picq, F. (2000) «Journée internationale des femmes: à la poursuite d’un mythe», Travail, genre et sociétés, 3 (1), pp. 161-168.
Crédito: Patricia de los Ángeles González Gutiérrez para Desperta Ferro Revistas
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