El gobierno electo de Rodrigo Paz ha recibido el respaldo público de las cooperativas mineras auríferas, un sector conocido por su devastador impacto ecocida, sus privilegios fiscales y su historial de vulneración de derechos laborales.
En una alarmante muestra de poder, la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco), tras reunirse con el expresidente Jaime Paz Zamora, no solo brindó su «todo el apoyo» al nuevo binomio, sino que lanzó una «amenaza» contra quienes critiquen a las autoridades electas, consolidando una alianza que pone en jaque el futuro ambiental y social de Bolivia. Este pacto político con un sector que opera bajo un régimen de subsidios millonarios y paga impuestos ínfimos, mientras contamina ríos con mercurio y explota a sus trabajadores, es visto por analistas como una señal de que el nuevo gobierno podría profundizar un modelo extractivista que beneficia a élites a costa de la vida y los recursos del país.
Un Pacto Sellado con el Poder: «No Vamos a Permitir que Estén Amenazando» cooperativas auríferas promenten resguardar a Paz
La alianza se hizo pública en una conferencia de prensa donde Eloy Sirpa, presidente de Ferreco, dejó clara la postura del sector. Tras felicitar a Rodrigo Paz y Edmand Lara, lanzó una advertencia directa a la oposición.
“Nuestras autoridades electas van a ser sabias de tomar decisiones y nosotros, como sector, no vamos a permitir que algunos sectores ya estén amenazando a nuestras autoridades electas”, manifestó Sirpa, en un mensaje que ha sido interpretado como una amenaza velada contra la protesta y la fiscalización. La reunión previa con Jaime Paz Zamora, padre del presidente electo, abordó el «fortalecimiento» de la minería aurífera, lo que sugiere que el nuevo gobierno no solo mantendrá, sino que podría ampliar los privilegios de un sector que ya opera con enormes ventajas.
El Modelo «Ecocida»: Devastación Ambiental y Contaminación por Mercurio
El respaldo de las cooperativas auríferas llega en un momento en que su impacto ambiental es más devastador que nunca. Según la investigación «A Fuego y Mercurio» de Oxfam, este sector es uno de los principales responsables de la crisis ecológica en Bolivia.
Contaminación Masiva con Mercurio: Bolivia es uno de los tres principales importadores mundiales de mercurio. De las 191 toneladas importadas en 2019, al menos 141 se destinaron a la minería legal. Por cada kilo de oro, se usan hasta cinco kilos de este químico altamente tóxico, que envenena ríos, suelos y comunidades enteras.
Destrucción de Territorios Indígenas: La expansión minera ha devastado zonas protegidas y territorios indígenas. El corredor de conservación MACPL ha sido afectado en hasta un 62% en algunas áreas, destruyendo plantaciones y medios de vida de pueblos como los Lecos.
Deforestación y Destrucción de Ecosistemas: La minería a cielo abierto ha arrasado miles de hectáreas de bosque amazónico, contribuyendo a la crisis climática y la pérdida de biodiversidad.
Privilegios de Élite: Subsidios Millonarios y Cero Impuestos a las Ganancias
Lejos de ser un motor de desarrollo, el modelo cooperativista aurífero funciona como un sistema de extracción de riqueza que deja migajas al Estado. A pesar de generar 2.485 millones de dólares en exportaciones (23% del total nacional), su contribución es mínima.
Impuestos Ínfimos: Las cooperativas solo pagan una regalía del 2,5% sobre el valor del oro extraído. Lo más grave es que, al ser consideradas «entidades sin fines de lucro», están exentas de pagar el Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUE). Es decir, no pagan impuestos sobre sus millonarias ganancias. Subsidios del Estado: El Estado no solo deja de recaudar, sino que subvenciona activamente al sector. Se estima un subsidio de 300 millones de dólares anuales en diésel, cinco veces más de lo que el sector aporta en regalías.
Un Agujero Fiscal de $us 1.238 Millones: Sumando exenciones y subsidios, Oxfam calcula que el Estado dejó de percibir o gastó 1.238 millones de dólares en 2022 para beneficiar a las cooperativas auríferas.
«Patrones y Peones»: La Explotación Laboral Detrás del Oro
El modelo cooperativo oculta, además, una grave crisis de derechos laborales. Como revela el reportaje «Patrones y peones en las cooperativas mineras» de Erbol, el sistema se basa en una estructura piramidal de desigualdad.
«Hay que meterle full nomás… si no, te botan», resume Pedro Quispe, un jornalero que trabaja en condiciones precarias, sin contrato, seguro de salud ni beneficios, con jornadas de hasta 15 horas. Aunque la ley prohíbe el trabajo delegado, miles de «peones» son la mano de obra invisible que enriquece a unos pocos «socios». La antropóloga Elizabeth López es contundente: «Los cooperativistas mineros explotan laboralmente a quienes no son socios«.
El respaldo de las cooperativas auríferas al gobierno de Rodrigo Paz plantea una pregunta fundamental: ¿gobernará para el bien común o cederá a la presión de un grupo de poder que ha demostrado ser ecocida, fiscalmente privilegiado y laboralmente explotador? La amenaza lanzada por Ferreco sugiere que no aceptarán un «no» por respuesta.
