Jorge Néstor Noya y la red de caza ilegal que amenaza a los jaguares en Bolivia

Jorge Néstor Noya

El nombre de Jorge Néstor Noya está vinculado al mayor caso de tráfico de fauna silvestre en Argentina, pero su impacto se extiende más allá de las fronteras de su país. Un reportaje de la revista Nómadas este empresario, dueño de la agencia Caza & Safaris Argentina, promovió la caza ilegal de jaguares en Bolivia durante más de 30 años, llevando a cabo más de 30 incursiones en el oriente boliviano.


La red de caza ilegal: Bolivia, un destino clave

Noya operaba llevando cazadores, principalmente de Estados Unidos y España, a Bolivia de manera irregular. Desde Argentina, los trasladaba a Brasil y luego ingresaban al país mediante vuelos en avionetas no registradas. Una vez en territorio boliviano, se dirigían a áreas protegidas como el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, en Santa Cruz, donde cazaban jaguares y otras especies prohibidas.

En una de las incursiones más recientes, en septiembre de 2023, el cazador español Luis Villalba Ruiz, conocido por su historial en caza ilegal, asesinó a cinco jaguares en esta área protegida. Las fotografías y testimonios recopilados muestran una cruel realidad: jaguares abatidos colgados de árboles, mientras Noya y sus clientes posaban orgullosos con los cuerpos como «trofeos».

Jorge Néstor Noya a la izquierda
Jorge Néstor Noya a la izquierda  junto a Nicolás Franco Pascual de Pobil, un empresario español, cuando mataron a un aguará guazú, un zorro de piernas largas, especie en peligro de extinsión

Un lucrativo negocio que amenaza a la biodiversidad

El negocio de caza de Noya ofrecía paquetes que incluían transporte, alojamiento, armas y la exportación de los «trofeos» de caza. El precio por cazar un jaguar podía alcanzar los 50.000 dólares, lo que lo convertía en uno de los animales más codiciados por los cazadores extranjeros.

Según las investigaciones, los jaguares abatidos eran disecados en talleres clandestinos de taxidermia en Argentina. Posteriormente, los «trofeos» eran enviados a los países de origen de los cazadores mediante métodos que aún están bajo investigación.


Impacto ecológico y judicial

El caso de Noya y su red de caza ilegal ha generado indignación en Bolivia y en la región. Marcos Uzquiano, representante de la Asociación de Guardaparques de Bolivia (ABOLAC), denunció a Noya y a Villalba Ruiz por los delitos de biocidio y deterioro de la riqueza nacional. Según un estudio de 2018, Bolivia alberga alrededor de 12.485 jaguares, pero incursiones como estas ponen en riesgo la población de esta especie emblemática.

En Argentina, Noya enfrenta detención domiciliaria y está acusado de delitos como asociación ilícita, maltrato animal, provisión ilegal de armas y depredación de fauna silvestre. En Bolivia, el proceso judicial avanza lentamente, mientras organizaciones ambientalistas exigen mayor acción por parte del SERNAP y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

Jorge Néstor Noya
Jorge Néstor Noya a la izquierda Luis Villalba Ruiz (derecha) es un empresario español conocido como uno de los más sanguinarios cazadores de arco de Europa.

El «Círculo Rojo» detrás de la caza ilegal de Jorge Néstor Noya

La investigación en Argentina expuso un entramado de poder y corrupción conocido como el Círculo Rojo, compuesto por empresarios de élite que financian estas actividades ilegales. Este grupo, conformado por cazadores de América del Norte, Europa y Asia, valora las especies más amenazadas como símbolos de estatus.


Puntos clave sobre el caso de Jorge Néstor Noya

  1. Rutas de caza ilegal: Desde Argentina y Brasil, ingresaban a Bolivia en vuelos no registrados.
  2. Áreas afectadas: ANMI San Matías es una de las principales zonas donde se llevaron a cabo estas actividades ilegales.
  3. Impacto económico y ecológico: La caza de jaguares genera grandes ingresos para redes criminales, pero pone en riesgo el equilibrio ecológico de Bolivia.
  4. Judicialización: Noya enfrenta detención domiciliaria en Argentina, mientras que en Bolivia el proceso judicial avanza con lentitud.
  5. Exigencia de acciones: Organizaciones y activistas instan al gobierno boliviano a proteger las áreas naturales y sancionar a los responsables.

El caso de Jorge Néstor Noya es un claro recordatorio de los desafíos que enfrenta Bolivia en la lucha contra la caza ilegal, la corrupción y la defensa de su biodiversidad. Proteger a especies como el jaguar es fundamental para garantizar el equilibrio ecológico y la riqueza natural del país.

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