La cifra sin respaldo de Rodrigo Paz: lanza acusación de robo por $15 mil millones, economista advierte que es un «distractor»

La cifra sin respaldo de Rodrigo Paz: lanza acusación de robo por $15 mil millones, economista advierte que es un "distractor"

La cifra sin respaldo de Rodrigo Paz sobre un supuesto robo de $15 mil millones de dólares al Estado ha desatado cuestionamientos sobre la veracidad y la intencionalidad de su denuncia. A solo una semana de asumir el poder, el presidente lanzó la explosiva acusación sin presentar una sola prueba, cálculo o sustento técnico que la respalde. Esta estrategia, que evoca el «no hay plata» del presidente argentino Javier Milei, es vista por economistas como Gonzalo Colque como un peligroso «distractor» propagandístico para justificar un inminente y «doloroso» ajuste económico, culpando a «ladrones» de una crisis cuyas raíces son mucho más profundas y estructurales.

«No hay platita»: el discurso del «Estado muerto» y la cifra millonaria la cifra sin respaldo de Rodrigo Paz

En una dramática conferencia de prensa, el presidente Rodrigo Paz describió el Estado que recibió en términos apocalípticos, asegurando que se encontró con las arcas vacías.

“Desgraciadamente, todo lo que estaba como presupuesto antes de que entráramos, básicamente, ya se gastó. Nos dejaron sin nada en las arcas (…) No hay platita. Se gastaron toda la platita”, sentenció Paz.

Fue en ese contexto que lanzó la asombrosa cifra del desfalco, un número que equivale a más de un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.

“Hasta ahora, la cifra del posible robo, porque hay que certificarlo, está por encima de los 15 mil millones de dólares. Esto no podemos dejarlo pasar. (…) Nos han robado parte del futuro de la patria, unos cuantos ladrones”, manifestó.

Paz calificó la situación como una “cloaca de dimensiones extraordinarias” y declaró haber recibido un “Estado muerto”, al que su administración le está haciendo una “autopsia”.

La crítica de Gonzalo Colque: una cifra «distractora» que oculta las verdaderas causas

Frente a la espectacularidad de la denuncia, economistas e investigadores como Gonzalo Colque han puesto la voz de alerta. Para Colque, lanzar una cifra tan descomunal y sin respaldo técnico no es un acto de transparencia, sino una maniobra política para desviar la atención de las verdaderas y complejas causas de la crisis.

Según esta visión crítica, el problema de Bolivia no se resume a un “robo”, sino al agotamiento de un modelo económico basado en el extractivismo. Las verdaderas causas de la crisis, documentadas en informes de instituciones como la Fundación Jubileo, son estructurales:

  • El fracaso de la política de hidrocarburos y la caída de la producción de gas.
  • El déficit fiscal crónico, alimentado por un gasto público desmedido y la costosa subvención a los combustibles.
  • Un tipo de cambio congelado por más de una década, que liquidó las reservas internacionales.

Para Colque, al centrar el debate en una cifra impactante pero indemostrable de “corrupción”, el nuevo gobierno evita la discusión técnica sobre las medidas impopulares que deberá tomar, como la devaluación de la moneda o el fin de los subsidios. Es más fácil para un político culpar a “unos cuantos ladrones” que admitir que el modelo económico fracasó y que la solución implicará sacrificios para la población.

La estrategia «a lo Milei»: justificar el ajuste culpando al pasado

El discurso del “Estado quebrado” y la denuncia de una herencia catastrófica es una estrategia política bien conocida, recientemente popularizada por el presidente argentino Javier Milei con su famoso “no hay plata”. Este tipo de mensaje cumple un doble objetivo:

  1. Gestionar expectativas a la baja: Al presentar un escenario apocalíptico, se prepara a la población para medidas de austeridad, argumentando que no hay otra alternativa.
  2. Culpar al predecesor: Se concentra toda la responsabilidad de la crisis en la gestión anterior, exculpando al nuevo gobierno de las consecuencias de las duras medidas que se apresta a tomar.

Esta estrategia parece estar en plena ejecución. El propio ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, ya anunció que se vienen “dos baterías de decretos para iniciar con los ajustes fiscales”. El “no hay plata” de Rodrigo Paz, por tanto, no es solo un lamento, sino el prólogo del doloroso ajuste que se avecina.

Si bien el presidente prometió que no habrá una “persecución como en el pasado”, el haber lanzado una cifra tan descomunal sin una sola prueba pone en duda su compromiso con la verdad y sugiere que la propaganda, como advierten expertos, podría ser la primera herramienta de su gobierno para enfrentar la crisis.

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