La ultraderecha en Bolivia avanza. Esta posesionada en las mentes y corazones de millones de personas, también en Bolivia. ¿Cómo es posible? Como siempre fue posible toda injusticia y atrocidad humana, con el apoyo de las masas engañadas, empujadas a una situación desesperada.
Cuando en Argentina se advertía que un psiquiátrico como Javier Milei solo podría hacer daño, las personas de estratos más bajos y clase media, replicaban. ¿Qué nos pueden quitar? ¿Qué más daño pueden hacernos? Y con justa razón, cuando los gobiernos de izquierda comienzan a tener tintes derechistas, se diluye y llega a “son lo mismo”. Pero no lo son, nunca lo son, sin embargo, llegan a serlo. ¿Cómo?
A principios del silo XX no es de sorprenderse que la corriente a favor de los trabajadores era bastante popular entre las masas rurales y urbanas. En Sudamérica las famosas llamadas “guerras bananeras” contra las trasnacionales de EEUU llevaban banderas peculiares y votos claros emergidos de un marxismo que avanzaba sin parar.
Pedidos que en esos tiempos y ahora estos eran muy atrevidos. 8 horas de trabajado, 8 horas de sueño y 8 horas de recreación o hacer lo que se te cantan los huevos/ovarios. Así de simple.
Esta petición ahora en Bolivia esta por más olvidada, no sólo porque el nuevo capitalismo te hace añorar como un valor supremo trabajar exhaustivamente, sino que la supuesta izquierda ni siquiera se toma el tiempo para evaluar esto, es más, apoyan la sobreexplotación del trabajador, en favor de un proyecto que esta muriendo y no se entiende.
Derechos laborales
Los derechos laborales en este país son existentes para una minoría privilegiada, este privilegio no lo percibe la mayoría de la población. Debido a esto cuando viene un loquito a ofrecer acabar con la casta política que es la causante del agotamiento y no poder gozar la vida, porque es trabajo suficiente para comer pero nunca salir de tu condición, entonces no se ve como mala idea.
Además, esta ultraderecha promete trabajo, pero nunca salir de la miseria. Acá la trampa, las personas cansadas piensan que las cosas no podrían ir, pero sí, siempre con la derecha ira peor. Hasta pueden cumplir su promesa de más trabajo, pero trabajos indignos, trabajaos mal pagados trabajos donde siempre ganan los mismos y obedecen los de siempre.
Si el fascismo retorna a este país es debido a la incompetencia de los que levantaron banderas en favor de los trabajadores. No solo el problema es con los trabajadores mal pagados o sin derechos. Impuestos nacionales es percibido como un villano por todos los sectores. Un emprendedor debe pagar impuestos a nivel de un gran empresario, esa asimetría nunca es escuchada ni percibida.
Esto se da porque los administradores del Estado que supuestamente estaban a favor del trabajador, jamás lo fueron. Son burócratas que muchos venían de clases bajas pero tras 20 años se olvidaron. O algunos salieron de la Universidad para trabajar en algún puesto del Estado bien pagado, con derechos y aguinaldo y nunca se enteraron de lo que se vive allá afuera, en las calles en la realidad.
Bienvenida a la ultraderecha
Entonces al ver a los gobernantes desconectados del pueblo, de la gente, viviendo lo que los demás no viven, parecen disfrazados estos seres que supuestamente están a favor de la gente. Pero no, tiene teorías rancias, ya tratadas y fracasadas, que solo benefician a los de siempre. EL gran empresario. Basta con ver Argentina, y no creer su lobby mediático, que inclusive este ya no puede ocultarlo. PYMES cerradas, fábricas que van a la quiebra y una producción nacional orientada solo al agro y materias primas. A Producir anda y a vender todo para ser un eterno país de patrones y pongos.
Si volvemos a eso, los que sufren son los mismos de siempre, no hay nuevos mártires en estos sistemas. Pero, si culpables. Lo que resta del MAS debe escuchar o irse con la ira de la gente. Porque en elecciones se vota en rechazo a algo, no en favor a un proyecto. Esto es un error como sociedad, si. Pero hasta superarnos de eso, debemos entender que las puertas al fascismo rampante esta siendo abierto por el MAS o lo que queda de él. La ultraderecha con su odio avanza.
