En un discurso que evoca directamente al del presidente argentino Javier Milei, el nuevo mandatario de Bolivia, Rodrigo Paz, ha declarado que «no hay plata» y que ha recibido un «Estado muerto» con las arcas vacías y un desfalco de más de 15.000 millones de dólares.
Sin embargo, este llamado a la austeridad choca frontalmente con la composición de su propio gabinete: un equipo dominado por figuras del agronegocio, economistas liberales y abogados de la élite, representando a los mismos sectores que, según análisis económicos, no solo han sobrevivido a la crisis, sino que han obtenido ganancias récord gracias a ella.
La «Motosierra» Boliviana: Paz Denuncia un «Estado Muerto» y Promete Lucha contra la Corrupción
A solo una semana de asumir el poder, el presidente Rodrigo Paz pintó un panorama desolador de las finanzas públicas, adoptando un tono y un mensaje sorprendentemente similar al que utilizó Javier Milei en su investidura.
“Desgraciadamente todo lo que estaba como presupuesto antes de que entráramos, básicamente, ya se gastó. Nos dejaron sin nada en las arcas (…) No hay platita. Se gastaron toda la platita”, sentenció Paz en una conferencia de prensa. El mandatario fue más allá, calificando la situación de terminal. «El Estado está muerto, porque quien se roba más de 15.000 millones de dólares (…) ha matado a un Estado que se supone era del servicio para los bolivianos», reclamó. Al igual que su par argentino, prometió una «autopsia» a la administración y una lucha implacable contra las «mafias» en YPFB y la corrupción, asegurando que «si no se roba, alcanza».
Los Hombres con la Plata: Un Gabinete para el Agronegocio y la Banca
La paradoja del discurso de Paz se hace evidente al analizar los nombres de su gabinete. Lejos de ser un equipo de crisis con representación popular, es un directorio de las élites económicas que han prosperado en medio de la debacle.
El Agronegocio al Poder: Figuras como Óscar Mario Justiniano*(Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Productivo) y José Fernando Romero (Ministro de Planificación) no son simples técnicos. Son expresidentes de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Soya (Anapo), respectivamente. Representan al mismo sector que, según investigaciones, se beneficia de la crisis al exportar en dólares (que no retornan al país) mientras se financia con créditos en bolivianos devaluados, a menudo apalancados por los fondos de pensiones de la Gestora.
Los Arquitectos del Ajuste: El equipo económico está liderado por José Luis Lupo (Ministro de la Presidencia) y José Gabriel Espinoza (Ministro de Economía), dos economistas de perfil liberal con amplia experiencia en organismos internacionales, los encargados de diseñar y aplicar las medidas de estabilización que, como advierten informes de Oxfam y la Fundación Jubileo, tendrán un «doloroso» costo social.
La Crisis como Negocio: ¿Quiénes se Benefician del «No Hay Plata»?
El discurso de austeridad para la población contrasta con la bonanza de los sectores representados en el nuevo gobierno. Un análisis del ciclo económico de la crisis revela un modelo de negocio lucrativo para una minoría:
- La Banca Gana Récords: Mientras el país se ahoga por la falta de dólares, la banca privada registró utilidades por 36 millones de dólares al primer trimestre de 2025 (un 15,9% más que el año anterior). Su negocio se potencia al captar remesas en dólares y entregarlas en bolivianos al cambio oficial, quedándose con las divisas.
- El Ciclo del Agronegocio: Este sector, financiado con el dinero de los ahorros de jubilación de todos los bolivianos (hasta 2.569 millones de dólares invertidos desde la Gestora), exporta en dólares que no reingresan a Bolivia, agravando la escasez. Luego, pagan sus deudas en bolivianos devaluados.
- Minería Aurífera, el Paraíso Fiscal: Las cooperativas mineras, otro sector de poder, exportan oro por más de 2.400 millones de dólares, pero no pagan impuesto a las utilidades y reciben subsidios millonarios en diésel, costándole al Estado más de 1.200 millones de dólares al año.
El «no hay plata» de Rodrigo Paz, al estilo Milei, parece ser un mensaje dirigido a la mayoría de la población, a quienes se les pedirá sacrificios para superar la crisis. Mientras tanto, en los ministerios clave del país, se han sentado a gobernar los representantes de los sectores que, lejos de sufrir la crisis, han encontrado en ella su mayor oportunidad.
