Rodrigo Paz Revive el Neoliberalismo: Perdonazo a Ricos, Privatización y Tierras al Agronegocio en Menos de un Mes

Rodrigo Paz Revive el Neoliberalismo: Perdonazo a Ricos, Privatización y Tierras al Agronegocio en Menos de un Mes

En menos de un mes de gobierno, el presidente Rodrigo Paz ha resucitado el manual del neoliberalismo en Bolivia con una serie de medidas que apuntan a la privatización, un perdonazo fiscal a los más ricos y la entrega del control de las tierras al agronegocio. Mientras el mandatario declara que ha recibido un «Estado muerto» y que «no hay plata», sus primeras decisiones benefician directamente a las élites económicas que, según análisis, han prosperado durante la crisis. Esta contradicción ha sido duramente criticada por economistas como Stasiek Czaplicki Cabezas, quien advierte que estas políticas son un «gesto político» y un «reembolso» a los grupos de poder que ahora gobiernan.

El «Viejo Truco» del Goteo: Perdonazo a las Grandes Fortunas

La primera gran medida económica del gobierno de Paz, anunciada por su ministro Gabriel Espinoza, fue la abrogación de cuatro impuestos, entre ellos el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF). La justificación oficial es que «ahuyentó más de 2.000 millones de dólares» en inversiones.

Sin embargo, el economista e investigador Stasiek Czaplicki Cabezas desmonta este argumento, calificándolo de falaz.

«El argumento de que el IGF ahuyentó (…) inversión carece de sustento. Este impuesto se aplica exclusivamente a residentes fiscales bolivianos, no a empresas extranjeras. Y si verdaderamente los ricos estuvieran huyendo, ¿cómo se explica el incremento sostenido de contribuyentes [de 204 a 261]?», cuestiona Czaplicki.

Para el investigador, detrás de esta decisión se esconde la desacreditada teoría del «trickle-down economics» o efecto goteo: la idea de que al aliviar la carga fiscal de los más ricos, estos reinvertirán su dinero, beneficiando a toda la sociedad.

«La evidencia empírica, sin embargo, es clara: esa teoría no genera crecimiento, ni redistribución, ni empleos (…) Solo amplía la concentración de riqueza y poder«, afirma Czaplicki. «¿Por qué se elimina el IGF? Más que una medida técnica, parece un gesto político, un reembolso a quienes financiaron campañas o garantizaron apoyo político y mediático».

Este «perdonazo» a las 261 personas más ricas del país contrasta con la promesa de reducir el gasto público en un 30%, lo que, según el economista, «significa menos hospitales, menos escuelas, menos caminos, menos Estado donde más se lo necesita».

Privatización y Control de Tierras: ENDE se Abre y el INRA Pasa a la Presidencia

Las señales de un giro hacia la privatización y el control de los recursos por parte de élites son cada vez más claras. Tras una inspección a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), el presidente Paz declaró que la situación es «insostenible» y anunció una apertura a capitales privados.

“ENDE se va a tener que abrir, es nuestra empresa nacional, la vamos a proteger, pero ENDE le tiene que dar un mejor servicio a los bolivianos y eso significa inversión, tiene que llegar inversión porque no hay platita en Bolivia«, explicó Paz.

Paralelamente, el gobierno transfirió el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), la entidad que administra las tierras, a la dependencia directa del Ministerio de la Presidencia. Esta decisión se produce justo cuando el agropower oriental, representado por la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), ha presentado una agresiva agenda de «pedidos nefastos» que buscan desmantelar la protección sobre las tierras colectivas y las áreas protegidas. Como denuncia Czaplicki, el presidente de la CAO, Klaus Frerking, llegó a proponer abiertamente la privatización de las Áreas Protegidas y la fragmentación de las Tierras Comunitarias de Origen (TCOs).

«Nos quieren vender la idea de que los guardianes de la devastación se conviertan ahora en los administradores de la conservación. Como si el zorro fuera el más indicado para cuidar el gallinero«, advierte el investigador.

Poner el INRA bajo el control directo de la Presidencia, con un gabinete lleno de figuras del agronegocio, es visto como la vía libre para que este sector concrete su agenda: hacerse con las tierras de mayor valor ecológico y productivo del país.

Un Gobierno para los Mismos de Siempre

El discurso de «no hay plata» de Rodrigo Paz parece ser un mensaje dirigido exclusivamente a la mayoría de la población, a quienes se les pedirá sacrificios para superar una crisis de la que no son responsables. Mientras tanto, las primeras decisiones de su gobierno —eliminar impuestos a los más ricos, abrir empresas estratégicas al capital privado y entregar el control de las tierras al agronegocio— demuestran una clara resurrección del modelo neoliberal.

Como resume Stasiek Czaplicki Cabezas, «la política fiscal no es una contabilidad técnica: es el reflejo de un pacto social. Y hoy, ese pacto se está rompiendo, una vez más, en favor de los mismos de siempre».

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