UNESCO no es capaz de hacer nada ante el genocidio de Gaza: crítica internacional y vacío de acción global

UNESCO no es capaz de hacer nada ante el genocidio de Gaza: crítica internacional y vacío de acción global

UNESCO no es capaz de hacer nada ante el genocidio de Gaza es una acusación que crece a nivel internacional mientras organismos de derechos humanos y expertos de la ONU denuncian crímenes atroces, destrucción sistemática y violaciones graves al derecho internacional en la Franja de Gaza. En un contexto de treguas frágiles, bombardeos continuos y miles de víctimas civiles, la inacción operativa de la UNESCO frente al exterminio cultural y humano ha encendido un debate mundial sobre el papel y los límites de las instituciones multilaterales en conflictos genocidas.

La misión fundacional de la UNESCO frente a la tragedia en Gaza

La UNESCO fue creada en 1945 con la misión de promover la paz a través de la educación, la cultura y la cooperación internacional, garantizando la preservación del patrimonio cultural y el respeto a la humanidad. Sin embargo, la devastación en Gaza expone una incapacidad estructural del organismo para actuar de forma contundente en contextos donde se denuncian crímenes masivos y destrucción deliberada de patrimonio.

Mientras la guerra avanza, la UNESCO ha limitado sus acciones a evaluaciones satelitales del daño cultural y declaraciones institucionales, sin presencia sobre el terreno debido a la imposibilidad operativa y al contexto bélico. Hasta octubre de 2025, la organización registró daños en al menos 114 sitios históricos, religiosos y patrimoniales.

Informe de la ONU: se confirma genocidio contra el pueblo palestino

La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU concluyó que Israel ha cometido actos genocidas en Gaza, incluyendo:

  • asesinatos sistemáticos de civiles;
  • bloqueo de ayuda humanitaria y políticas de hambruna;
  • destrucción de hospitales, escuelas, museos, universidades y lugares religiosos;
  • violencia sexual y ataques contra niños;
  • incumplimiento de órdenes de la Corte Internacional de Justicia.

Los expertos señalan que estas acciones evidencian una intención explícita de destruir total o parcialmente al pueblo palestino de Gaza.

UNESCO en silencio operativo mientras continúa el exterminio cultural

Aunque su mandato incluye la protección del patrimonio mundial, la UNESCO no posee mecanismos coercitivos ni capacidad militar o humanitaria para intervenir directamente. Esta limitación ha generado críticas severas, pues la destrucción cultural forma parte documentada de los crímenes denunciados.

Organizaciones y analistas sostienen que la pasividad institucional facilita la continuidad de la tragedia, reforzando la percepción de que la arquitectura global de protección de derechos humanos es insuficiente frente a potencias militares respaldadas internacionalmente.

La comunidad internacional: entre la condena y la inacción

Mientras Naciones Unidas pide respetar el alto el fuego y detener la transferencia de armas a Israel, varios Estados siguen facilitando apoyo militar o guardan silencio frente a las denuncias. La falta de acción efectiva, señalan expertos, puede equivaler a complicidad.

A pesar de órdenes judiciales internacionales y acusaciones formales contra autoridades israelíes —incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu— la maquinaria de destrucción continúa.

Debate global: ¿para qué sirven los organismos internacionales?

El caso de Gaza abre un debate profundo:
¿sirven los organismos multilaterales cuando una población enfrenta exterminio sistemático?

Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos argumentan que no basta con monitorear, condenar y documentar; se requiere acción vinculante, protección directa y mecanismos reales de sanción para evitar futuros genocidios.


La tragedia de Gaza deja expuesta una grave falla en la arquitectura internacional de protección humanitaria y cultural. La crítica central es clara: si la UNESCO y otros organismos no pueden actuar ante un genocidio documentado, su misión de garantizar paz, cultura y humanidad queda profundamente cuestionada.